¿Que qué tiene que ver el agua con consumir productos veganos? Mucho más de lo que imaginamos.
Cuántas veces habremos escuchado de pequeños regañinas por dejar el grifo abierto demasiado rato o por ducharnos mucho tiempo. Creo recordar que desde siempre y sobre todo en nuestro país, en tantas zonas seco, se nos ha concienciado de que debemos ser ahorrativos con ese bien tan necesario y preciado. No hace mucho salía en las noticias el director de la firma Nestlé proponiendo que el agua no sea un derecho básico de las personas, y apelando a que sería necesario privatizarla. Bueno, no es que se le vea el plumero, es que está clarísimo que en ello ve una fuente inagotable de ingresos para los bolsillos de sus accionistas.
El agua no sólo es un derecho, es una necesidad que en algunas partes del planeta millones de personas no ven cubierta. La realidad es que la falta de agua potable es cada vez más amenazante. Con frecuencia se escucha que los ciudadanos debemos ser responsables a la hora de utilizar el agua, que cada vez hay más escasez y que no debemos malgastarla. Lo que nunca se menciona, curiosamente (sí, es muy sorprendente) son los efectos que tienen la producción de carne y de leche sobre nuestro planeta. Después de leer algunos datos no me negaréis que éstos provocan verdadero miedo: Si sumamos el agua de una ducha diaria durante todo un año conseguiremos producir… 1 kilo de carne de vacuno.
15.500 litros de agua por 1 kilo de carne de vacuno
En un kilo de carne de vacuno hay aproximadamente 15.500 litros de agua, en un kilo de carne de cerdo 6.000 litros; 5.500 litros son necesarios para un kilo de mantequilla y 3.300 litros para huevos.
¿Cuánto se necesita para otros productos? Por ejemplo, para la producción de un kilo de patatas se necesitan 300 litros y para una lechuga 200 litros de agua potable.
La comparación directa lo muestra más claramente: Para la producción de un litro de leche se necesitan 1.050 litros de agua, y para la misma cantidad de una bebida de soja 297 litros (productos veganos, lógicamente). Para la producción de una hamburguesa de carne de vacuno se necesitan 2.350 litros de agua, mientras que para una hamburguesa de soja se necesitan 158 litros.
A través de la industria de la carne, de la leche y de los huevos no sólo se desgasta la cantidad de agua potable disponible, sino que además se contaminan increíbles cantidades de la misma, puesto que los residuos de los establos de animales vuelven sin ser purificados al ciclo del agua, y con ellos los antibióticos y sobre todo grandes cantidades de amoniaco, cientos de miles de toneladas.
Con las inmensas cantidades de abono animal esa sustancia dañina para el clima ensucia el medio ambiente. El PH del suelo se desequilibra y los animales que viven en la tierra se ahogan, lo cual conduce a la polución y envenenamiento de las aguas. Amoniaco, además, es el principal responsable de la muerte de los bosques.
Ducharse “menos” no es suficiente. Ser vegano ayuda mucho más
Parece ser que sí, podemos seguir siendo limpios (sin derrochar) y a pesar de ello proteger el medio ambiente. Precisamente con la alimentación todo el mundo puede hacer una importante aportación a la falta de agua potable. Intentar y conseguir el paso a una alimentación vegana no sólo es bueno para la salud del consumidor, sino que también apoya al entorno y a los animales y a nuestra propia subsistencia.
(PD:Si alguien os dice que ser vegano es muy caro, podéis dar dos respuestas: 1° la carne tiene subvenciones del estado y la proteína vegetal no, 2° no es más barato un filete de ternera que uno de soja, el de ternera cuesta infinitamente mucha más agua).
Fuentes:
- Worldwatch Institute (2004): Meat. Now, It´s Not Personal.
- WWF (2009): El baile alrededor del becerro de oro. Editorial Klaus Wagenbach, Berlin.
- SIWI (2005): Water- More Nutrition per Drop
- UNESCOO-IHE (2011): The water footprint of soy milk and soy burguer and equivalent animal products.
- www.waterfootprint.org
- Freiheit für Tiere: Editorial Brennglas, edición n° 4-2015.