El 15 de febrero de este año el Tribunal Administrativo de Berlín ha hecho un dictamen fundamental sobre la capacidad de sufrimiento de los bogavantes y otros crustáceos (Az. VG 24 K 188.14). Con ello ha exigido por primera vez para este grupo de artrópodos la protección de dolores evitables, sufrimiento o daños como lo dictamina la ley de protección animal alemana § 1.
El transfondo: En el 2013 algunos veterinarios de la Oficina Alimentaria y Veterinaria de Berlín-Spandau después de realizar algunas inspecciones ordenaron medidas protectoras de los animales para el mantenimiento de los bogavantes y demás crustáceos vivos garantizando su bienestar. Entre los abusos que fueron detectados en el mantenimiento de los crustáceos estaba la falta de oscurecimiento de los acuarios, documentación insuficiente de los parámetros del agua y un número demasiado alto de animales en un espacio reducido, falta de posibilidades de retirarse, pues los bogavantes son animales solitarios, la falta de documentación sobre su forma de tratarlos y de sacrificarlos para la gastronomia así como la falta de conocimientos del personal sobre el tema. La Oficina Alimentaria y Veterinaria exigió además una prohibición de la venta de bogavantes vivientes a consumidores finales.
El mercado mayorista denunció en 2014 ante el tribunal administrativo de Berlín los requisitos legales impuestos por los veterinarios de la Oficina Alimentaria y Veterinaria. Aún al comienzo del juicio el mayorista negaba la facultad de sufrir de los bogavantes. No estaba demostrado si los bogavantes sienten estrés o si evitan la luz y el contacto estrecho con sus congéneres sólo por reflejo.
El perito Jan Wolter, vicepresidente de la cámara de veterinarios de Berlín pudo rebatir de una manera muy convincente que los bogavantes no actúan por reflejos, sino que tienen la capacidad de sufrir miedo o estrés. Con ello son capaces de sufrir según la ley de protección de animal.
“El parágrafo 2 de la ley de protección animal exige para todos los animales, -también para invertebrados como los crustáceos-, que sean alimentados, cuidados y acogidos según las necesidades de su especie”, declaró el vicepresidente de la cámara de veterinarios de Berlín.
Con su dictamen el tribunal confirmó esa opinión. “Minimizar el sufrimiento de los animales es un precepto de la ley de protección animal”, dictaminó el juez. El tribunal confirmó las reglas impuestas por la Oficina Alimentaria y Veterinaria a la empresa gestora del mercado. Gracias a ello y a partir de ahora las Oficinas Veterinarias pueden exigir que los bogavantes tengan un tratamiento correspondiente a su especie.
Dr. Uwe Tiedeman, presidente de la Cámara Nacional (alemana) de Veterinarios dio la bienvenida a la decisión del tribunal “Al reconocer el tribunal que los crustáceos también pueden sufrir, se rompió una lanza por todos esos seres vivos que no están en el foco del interés y la atención públicos”…
Si reflexionamos en su causalidad final, sacar a estos animales de su medio marino, ensuciar y contaminar su hábitat, destruir su medio de sustento, todo esto está en contra de la ley de protección animal. Al fin y al cabo, habiendo sido demostrado que su uso como alimento es completamente innecesario para la salud, habiendo incluso esfuerzos para que sustitutos vegetales que en salsas recuerdan su aspecto y hasta su sabor, a caso no estamos todo el tiempo actuando contra la ley de protección animal?
Si somos valientes, denunciemos al menos todo lo posible este tipo de situaciones. Poco a poco les vamos ganando terreno. Y digo les vamos, porque su causa es nuestra causa. La causa de la vida.
Fuentes: Nota de prensa de la Cámara de Veterinarios alemana. Nota de prensa del despacho de abogados Röttgen&Klüge, del 16 de febrero de 2017: Dictamen del tribunal: los bogavantes pueden sufrir.
