Supongo que muchos habrán oído o leído que el cerebro del hombre es así porque en las “cavernas” se comía carne. Eso nunca dejó de ser una teoría más entre otras, pero algunos acostumbran a tomar las teorías como si fueran parte de la biblia, la cual, por cierto, contiene muchas contradicciones. Yo personalmente lo dudo mucho, entre otras cosas por la sencilla razón de que muchos científicos afirman lo contrario, como el genetista Stephen Oppenheimer, que pensaba que esa comparativa no es válida porque no está hecha con primates exclusivamente vegetarianos del mismo entorno. Además, en consecuencia, los Tiranosaurios Rex 😉 deberían ser los más inteligentes de la creación, junto a los buitres y las hienas. La opinión de Robert D. Martin es que: “cada vez hay más pruebas de que el cerebro del Homo Sapiens era antes mayor que ahora”, por lo tanto “los cambios de mayor trascendencia para la sociedad humana han ido acompañados de un descenso progresivo de nuestro tamaño cerebral” (Martin, 2000). Por último no olvidemos que en los vegetales se encuentran todos los aminoácidos esenciales. Pero sea o no así, algunos no nos queremos quedar en el estado cavernícola y seguimos buscando la proteína en los vegetales. Y como ya empezamos a explicar dónde se contienen los aminoácidos esenciales (componentes de las proteínas que necesitamos) pues ahora vamos a acabar lo empezado.
Pasamos a la exposición de los aminoácidos restantes.
La treonina y la fenilalanina
La fenilalanina es importante para la formación de algunas hormonas. La treonina es importante para el sistema digestivo y para el sistema inmunológico
Hormonas, sistema digestivo e inmunológico… ¿Dónde están esos aminoácidos? Pues es muy fácil, porque casi siempre son los mismos productos: Legumbres (soja, lentejas, guisantes, cacahuetes) -¡cuánta razón tenía la abuela con sus pucheros!-, altramuz, harina de cáñamo, semilla de trigo, cereales (espelta, copos de avena), arroz, almendras y anacardos contienen grandes cantidades de esos importantes aminoácidos.
O sea, que a lo mejor te gusta desayunar unos copos de avena mezclados con almendras -frutos secos y fruta- (con trocitos de plátano se hace irresistible- mojados con leche de avena por ejemplo (quien no la haya probado que se atreva, no hay que esperar que sepa a leche, más bien va en dirección a la horchata 🙂 , pero eso sí es muuuuuuuuuucho más digestiva que la leche, al menos para los que sentimos que nos cuesta digerirla. O nuestro muesli low carb, con copos de soja, que está muy rico en el desayuno.
O sea, que si no estás seguro de si tienes suficientes, puedes tomar complementos como los de la proteína de almendras o el de la proteína de guisantes,o incluso la mezcla vegana de proteína que tiene sabor de vainilla! 🙂 -sin olvidar la soja que está en un montón de productos-.
Lisina
La lisina es un componente muy importante para diferentes proteínas. Es importante para la formación de enzimas para el sistema inmunológico, para el crecimiento, y da estabilidad al colágeno del tejido conjuntivo. Se encuentra en la quinoa, el amaranto, altramuz, legumbres, guisantes, proteína de guisantes, judías, lentejas, soja y cacahuetes), así como en las semillas de trigo.
Histidina
Histidina es importante para la sangre
y para el sistema inmunológico.
Bueno, y va a ser muy fácil saber dónde está la histidina, porque está en … las legumbres (soja, lentejas, judias, cacahuetes), quinoa, amaranto, altramuz, harina de cáñamo, semillas de trigo, anacardos, aguacates,
En otros capítulos hablaremos de las vitaminas y de los minerales. Pero os abro otra entrada con un resumen general para que lo tengáis en una tabla simple y rápida.