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Celebrar con vino… ¡vegano!

celebrar con vino

Aún siendo vegetarianos y veganos desde hace tiempo, muchos ignorábamos el hecho de que el vino… no es vegano.¿Pero cómo?, ¿¿que el vino no es vegano?? ¡¡pero si viene de la uva!! 🙁 -para empezar mi gozo en un pozo, porque aunque no sea muy “vinera” esa alegría que da el poder tomarte un buen vaso de vino en buena compañía sin tener que pensar de dónde procede se esfumó de un plumazo. A pesar de prescindir tanto tiempo de productos animales no sabía que el vino no es vegano  :-((

Supongo que a más de uno le habrá pasado lo mismo. Para empezar hay que saber que una gran parte de los vinos y zumos que se pueden comprar no son veganos, ni siquiera vegetarianos. Eso significa que para producirlos se necesitan productos animales. Con el vino casi siempre es gelatina, pero también clara de huevo, caseína (proteína de la leche) y a veces también cola de pez para cuidar a los vinos, ya que con la ayuda de esos medios se pueden quitar partículas molestas o sustancias amargas.

Los vinos veganos o:

  • No pasan por ese proceso (dejándoles reposar mucho más tiempo se disuelven las correspondientes sustancias y se quedan en el fondo del barril), pudiéndose bombear la parte clara por encima de los posos del fondo. 
  • O se utilizan medios que no sean de origen animal, como por ejemplo la bentonita (que es una tierra mineral natural) o la gelatina vegetal (la mayoría de las veces hecha de algas).

La elaboración del vino comienza especialmente con la preparación del mosto para la elaboración del vino blanco o con la maceración para el vino tinto. Para conseguir el mosto se prensa la uva. El mosto no es un fluido claro porque hay muchas partículas flotantes procedentes de la uva. Lo mismo pasa con la prensa para el vino tinto cuyas impurezas proceden de los azúcares, las proteínas y las uniones polifenólicas que contiene el vino de una forma natural o que provienen de las levaduras que son responsables de la fermentación alcohólica.

Después de acabar la fermentación las partículas se posan en el fondo del barril formando un poso, mientras que el vino fermentado que está por encima de esa capa cada vez es más claro. Según el estado del vino la clarificación puede durar entre semanas y meses.

A parte de los “turbios” -así se denomina a esas partículas- el vino contiene partículas disueltas coloidalmente, que según las condiciones (por ejemplo por cambios de la temperatura) se pueden convertir en turbios después de un cierto tiempo. Para quitar o evitar esos turbios, los vinos son tratados con mucho cuidado y pasan por un proceso de filtrado especial.

Por suerte se puede seguir disfrutando de un buen rioja sin maltrato animal, como el que os ofrecemos aquí. Con gusto podéis contar vuestras buenas experiencias con vinos veganos y ayudarnos a conocer buenos vinos elaborados de esta manera.

¡Brindemos!

 

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